
¿Cansado de seguir intentando que los propósitos de año nuevo te solucionen la vida? No pasa nada. Todo el mundo lo ha probado alguna vez, pero casi siempre acabamos olvidándonos. Es hora de aprender a cómo crear hábitos saludables de una vez por todas.
Por eso es hora de pasar a la acción. Te voy a enseñar todo lo que tienes que hacer para lograr implementar nuevos hábitos en tu vida. Al fin y al cabo los hábitos saludables son los pilares del crecimiento personal.
Antes de empezar a cambiar tu día a día necesitas saber a qué se le considera un hábito y el proceso de formación de estos.
¿Qué es un hábito?

Un hábito es un comportamiento o acción que repetimos en el tiempo. Estos comportamientos los vamos aprendiendo e implementando en el transcurso de la vida. Por eso nadie nace con hábitos establecidos.
Los hábitos se almacenan en una parte de nuestro cerebro que los hace funcionar de manera automática, es decir, no pensamos en ellos durante nuestra rutina diaria. Por eso es muy difícil cambiarlos si no haces el esfuerzo de visualizar tus propias acciones.
Ya sean buenos o malos hábitos, estamos programados para no pensar en ellos. Si quieres lograr tus metas personales necesitarás que la totalidad de tus hábitos sean saludables. Es hora de aprender cómo crear estos hábitos.
La importancia de los hábitos
Los hábitos son los elementos más importantes en nuestra vida cotidiana para incrementar nuestra productividad y organización. Debido a ello, es crucial darle la importancia que se merecen.
Además, la rutina diaria y la repetición de tareas son unos de los pilares fundamentales para nuestro futuro. Al final, lo que haces todos los días es en lo que te conviertes. Si llevas una vida sedentaria con dietas más que dudosas, es probable que en un futuro no muy lejano no estés del todo sano. Y esto es así en cualquier ámbito.
Cada vez más, el estilo de vida de las personas está adoptando una tendencia en la que no está permitido parar. Todos los días hay que cumplir con ciertos requisitos que nos quitan tiempo y libertad.
Esta manera de vivir el día a día nos es muy exigente. De casa al trabajo, después del trabajo tienes que ir al gimnasio y después a hacer la compra y también tienes que comer sano y beber mucha agua y cuidarte la piel y leer… Todas estas imposiciones han ido creciendo en nuestra sociedad, pero ha llegado un punto que roza lo absurdo. Haciendo que nos sintamos mal si un día procrastinamos más de lo debido.
Es aquí cuando entran los hábitos, los necesitamos para no volvernos locos. Desde por la mañana (hacer la cama, desayunar antes de ir a trabajar, lavarse los dientes…) hasta la noche (hacer la comida del día siguiente, leer un libro, recoger la cocina…) están presentes todos los días a todas horas.
Por ello, es importante desarrollar unos hábitos (cuanto más saludables, mejor) que nos permitan organizarnos para no desaprovechar los días y tener una productividad mayor. Aunque todos tenemos días en lo que no nos apetece salir de la cama, así que no te sientas mal por ello.
La formación de los hábitos

Los hábitos son acciones que a base de repetición se transforman en rutina. Según la ciencia, los humanos creamos estas conductas para ahorrar tiempo y esfuerzo. Cuando tienes claro lo que hay que hacer es bastante más sencillo realizarlo. Al fin y al cabo los humanos somos animales rutinarios.
Estas acciones están hechas para ser interiorizadas y no tener que pensar en ellas. Por ello, a nuestro cerebro le viene muy bien no tener que preocuparse de eso. De este modo, conserva la energía para focalizarse en tareas que necesiten más concentración.
Sin embargo, esto a veces es peligroso. Si no piensas en ellos por un largo periodo de tiempo, puede que estés cometiendo muchos errores. Debes pararte a pensar de vez en cuando si tu rutina es saludable. Una vez identifiques los hábitos que te gustaría cambiar, es necesario aprender a cómo crear hábitos saludables e implementarlos en tu vida.
Identifica tus hábitos personales

¿Cómo identificar tus hábitos? ¿Crees que te acercan a tus metas o te alejan de ellas? Si es el segundo caso, está claro que algo tienes que cambiar.
Para identificar tus hábitos y analizarlos correctamente hay que hacerse una serie de preguntas:
- ¿Qué haces después de levantarte, por la tarde y a la noche?
- ¿Qué te gustaría cambiar de ti mismo?
- ¿Qué es algo que te gusta de ti mismo?
- Descríbete, no solo las cosas buenas, también las malas.
El primer paso es identificar tu rutina, te dará una idea de las obligaciones que tienes y que debes cumplir. Después busca una característica tuya que no te guste y trata de cambiarla mediante los hábitos.
En mi caso era la procrastinación, pero implementé una serie de cambios en mi vida que me hicieron ser más productivo. Por ejemplo, creé este blog, escribir todos los días me ayuda a sentirme realizado y a querer seguir consiguiendo metas.
También puedes beneficiarte de tus puntos fuertes. Yo soy bastante creativo e inquieto, así que lo utilizo para redactar la mayoría de días y aumentar el tamaño y autoridad de mi blog.
Por último, si quieres profundizar más, analízate de forma completa y encuentra la rutina que más se ajuste a tus fuerzas y debilidades.
Estrategias para implementar hábitos saludables

Después de haber analizado todo lo que quieres cambiar en tu vida, llega la hora de llevar tus pensamientos a la acción. Esta es la parte más difícil, puesto que el cambio es algo difícil para los humanos, especialmente si hablamos de hábitos diarios.
Sin embargo, existen estrategias que te pueden ayudar a implementar esos hábitos saludables que tanto deseas tener.
Define una meta y ve a por ella
Uno de mis muchos errores es la diversificación, nunca me centro en algo. Siempre estoy saltando de una cosa a otra, sin acabar lo anterior. Estoy aquí para decirte que es un mal hábito que va a hacer que te alejes de tus objetivos.
Por ello, es fundamental centrarse en una sola meta específica a la vez. Poner todo tu esfuerzo y focalización en un solo objetivo es la clave del éxito. En este caso, empezarás implementando un solo hábito al principio y no pasarás al siguiente hasta haber acabado con el anterior.
Cuánto más específica sea la meta, mejor. Es mejor decir que vas a leer 30 minutos antes de dormir que decir que deberías empezar a leer. En la primera opción ya estás imponiéndote una condición y has definido el horario y la duración.
Olvídate de las excusas
A la hora de iniciar algo nuevo, el ser humano siempre siente un rechazo biológico. Sobre todo al principio, por eso es importante contar con ello. Además, al cambio se le pueden unir la pereza, la procrastinación y el estrés.
Por eso es muy importante saber que nuestra propia mente va a intentar sabotearnos e idear un plan para prevalecer con tus ideas. Pongamos el ejemplo de antes: quieres leer 30 minutos antes de dormir.
Tu cerebro va a intentar decirte que estás muy cansado y que te vayas a la cama a dormir. Va a hacerte pensar en otras tareas que tienes que hacer para el día siguiente que cree que son más importantes o simplemente te convencerá de que ver un capítulo de la serie de turno será más productivo.
Pues ante estos sabotajes la constancia es la clave. En 2 semanas el leer 30 minutos antes de dormir se habrá vuelto rutina y tu cerebro lo identificará como una tarea más.
Prioriza tus hábitos
Haz que la nueva tarea que estás tratando de implementar no trastoque mucho tu forma de vida anterior. Si quieres leer 30 min deberás restarle ese tiempo a otra tarea.
Al final del día solo tenemos 24 horas, y 8 de ellas se nos van en un buen descanso. Por ello es importante organizar toda tu jornada y priorizar los hábitos saludables por encima del resto.
Te vendrá mejor 30 minutos de lectura que 30 minutos más viendo la televisión, netflix o las redes sociales de moda.
Controla tu progreso y celebra los resultado
Cuando haya pasado algún tiempo desde que iniciaste el cambio, es bueno echar la mirada atrás y ver los resultados. Una manera fácil de hacer esto es con la infinidad de aplicaciones de productividad y hábitos que existen hoy en día.
Ver cuantos días al mes has conseguido tu objetivo te ayudará a seguir adelante con tu nueva rutina y te hará más fácil el implementar nuevos hábitos.
Puede que no hayas conseguido lo que te has propuesto todos los días, pero a veces hay que mirar de forma más global.
Si eres capaz de visualizar tu desarrollo mes a mes verás que no has seguido a rajatabla tu cambio, pero te has mantenido constante. Esto es motivo de festejo y felicidad, pues ya estás en el camino correcto y has recorrido una gran parte.
Date un capricho o recompénsate de cualquier manera, pues es igual de importante señalar nuestros fallos como nuestros aciertos.
Cómo eliminar hábitos malos paso a paso

Tristemente para muchos, incluido yo, eliminar un mal hábito es tremendamente complicado. Por ello, es esencial reemplazarlo por un hábito saludable que nos de la misma recompensa. La naturaleza de los malos hábitos hacen que nuestra recompensa sea inmediata, El verdadero trabajo consiste en ser paciente y esperar el resultado a largo plazo que nos brindan los hábitos saludables.
Si estás pensando en cambiar de hábitos, esta serie de pasos te ayudará con el plan a seguir:
Decide cambiar y prioriza
El primer paso es que decidas cambiar tus hábitos. Pero esta vez de verdad. Además, debes priorizar con que mal hábito vas a empezar. Si decides acabar con todos a la vez lo más probable es que acabes abandonando.
Elige un plan de acción
Cuando ya sabes todo lo que involucra el mal hábito que deseas erradicar, estarás un paso más cerca de crear la estrategia adecuada para lograrlo. Hay que ser conscientes de que actuamos mal para poder evitarlo.
- Una estrategia que suele funcionar bastante bien es reemplazar el mal hábito. Por ejemplo, si por las noches pasas mucho tiempo con tu móvil antes de acostarte puedes cambiar tu móvil por la lectura. Sin duda alguna es bastante más sano, además de ayudar a conciliar el sueño para que consigas descansar como te mereces.
- Otro punto es dejar de hacerlo paulatinamente. Si estábamos acostumbrados a fumar 1 paquete de tabaco al día, podríamos ir acortando el consumo de cigarrillos poco a poco. Esto sumado a parches de nicotina o al uso del cigarrillo electrónico nos hará más fácil el trabajo.
Cada persona es un mundo diferente, y puede crear sus propias estrategias para llegar a abandonar sus malos hábitos. Lo más importante es buscar el beneficio a largo plazo.
Se constante y evalúa el progreso
A la hora de cambiar un mal hábito la constancia es la clave. La manera más fácil de mantenerte constante y disciplinado es tener a mano los progresos. Ya sean semanales o mensuales, échales un vistazo de vez en cuando. Esto te ayudará a mantenerte concentrado y seguir adelante.
Recompénsate
Como en todo cambio, las recompensas son una estrategia más para alcanzar el éxito. Estas funcionan igual que evaluar el progreso. Ser recompensados de vez en cuando nos hace segregar serotonina, la hormona de la felicidad. Y sin duda será un pilar fundamental en nuestro largo camino.
Ejemplos de hábitos saludables

Así como existen un sinfín de malos hábitos o conductas perjudiciales para nosotros mismos, hay otra gran lista de hábitos saludables que nos ayudan a sentirnos mejor.
- Haz ejercicio: el deporte tiene innumerables beneficios en nuestro cuerpo y mente. Mejora la forma física, resistencia, ayuda con la presión arterial, ayuda a bajar de peso, previene la diabetes y las enfermedades cardiovasculares…
- Bebe agua: esto te ayudará a mejorar el sistema inmunológico, reducir riesgos de enfermedades como el cáncer, regular la temperatura de tu cuerpo, cuidar la piel…
- Come sano: una dieta equilibrada te proporcionará más longevidad, un cuerpo saludable, fortalece huesos y músculos, mejora las posibilidades de embarazos saludables…
- Lee: la lectura es una disciplina con la que obtendrás una mayor comprensión, concentración, observación, memoria, creatividad…
- Cuida tu higiene: es una de las cosas más importantes para desarrollarte en el ámbito social. Te ayudará en tus relaciones amorosas y de amistad.
- Evitar consumos insalubres: abstenerse de beber alcohol, disminuir la cantidad de azúcar que ingerimos, no fumar ni probar otras sustancias perjudiciales…